Emociones encontradas.

Y así como si de un suspiro se tratase, se ha pasado el primer año de Universidad.

Ahora queda lo verdaderamente importante: los temidos exámenes. 

Y a por los últimos exámenes del año...

La positividad del cuatrimestre pasado se ha perdido entre la montaña de libros y apuntes de las nuevas asignaturas. Es un cuatrimestre mucho mas duro, aunque igualmente, no queda otra que estudiar y esforzarse para conseguir aprobar las 5 asignaturas. 

¡Hasta Junio!

Si no necesito desahogarme por el estrés acumulado del estudio.

Mamá!

Sobran las palabras, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero bonita!

Gracias por tanto.

Aprendizajes.

Es probable que pueda parecer que no hacemos nada, pero no hay mejor aprendizaje de la teoría que el que se hace mediante la práctica. Y eso es lo que siempre he creído. Hablando directamente de mi futura profesión, no sabrás como reaccionar ante unos niños hasta que no te encuentres en un aula frente a 20 niños de 3/4/5 años y tengas que llevar tu todas las situaciones que se produzcan. 

Por lo tanto, siempre que se da teoría, me gusta que a la hora de dar las prácticas, se refuerce, porque así es como mejor se quedan los conocimientos (al menos, es mi caso). Y ahí es la cuestión.

Hay profesores de toda índole, pero hay tres en este cuatrimestre, que me parece que utilizan ese método de enseñanza. Pero tan solo es de una actividad realizada con el de Psicología Social de la que pretendo tratar: el lazarillo-ciego.

Es por ella, que estoy escribiendo y por la que he escrito la primera frase de la entrada. Por lo que me hizo sentir el realizar el rol de lazarillo y más tarde el de ciego. Espero nunca tener que estar (en serio) en esa situación porque es difícil y complicada. Y NO; no me gusto ninguno. La responsabilidad que sientes cuando tienes a tu entero cuidado a una persona con una discapacidad visual (en este caso), es demasiado grande y puede producirte problemas emocionales si no eres capaz de ofrecerle todo lo que le sea necesario. Y luego, sentirte que dependes totalmente de una persona, hace que te sientas vulnerable y perdido. 

Aunque bueno, la posición de lazarillo podría asemejarse a la del maestro, y de ahí la realización de tal actividad. Y hay que vencer el miedo que supone tener a gente a tu cargo, pero no se vencerá hasta que no te veas en la situación: tu batita, tus niños y tú, en un aula. 

¡Y hay que vencerlo porque es lo que siempre has querido, uno de tus sueños!