Hola.

  ¿Por qué publicar en pleno 2020, en un blog que tienes medio abandonado?

La nostalgia se ha apoderado de mí. Quizás este año y las tremendas circunstancias que estamos viviendo en todo el planeta Tierra, han hecho que se tenga más tiempo para pensar.

Siempre trate mi blog como ese lugar en el que poder expresarme libremente y ser yo misma con toda mi esencia. O eso creía. Bendita inocencia de la adolescencia.

Actualmente, sigo siendo la misma chica que escribía aquí, que tenía sus luces y sombras, sus valores e ideología bien marcadas, pero ya no es la adolescente ni la chica de 22 años inmersa en una carrera universitaria. Ahora, soy una adulta, que se supone que tengo que ser funcional y bla, bla, bla, bla.

Y dentro de esa adultez impuesta a la que te ves disparada una vez que terminas tu formación académica, y a la que no estás preparada, ahora soy una chica de 26 años, opositora y en paro. Vaya, ¡qué sorpresa! En paro, como tantísimos y tantísimas jóvenes. 

"Es que los jóvenes no os queréis esforzar, queréis estar siempre en casa de los papis". Claro, todo chaval o chavala de 25-30 años, prefiere estar en casa de sus padres/madres/tutores legales, antes que tener independencia, un trabajo digno, la libertad que supone esa independencia (horarios, orden y tantas otras cosas). Cuéntame más.

Quizás y solo quizás, es curioso que la generación más preparada de la historia, sea una de las que más jodido lo tiene para conseguir trabajo. Nos vendieron como que tener estudios te garantizaba trabajo y una vida algo digna. Menuda hostia hemos recibido. Y se nos echa la culpa que con 17-18 años, creas a las personas adultas. A esas edades no estamos para decidir nuestro futuro y nuestra vida, por muy maduro o madura que una crea ser o le digan que es (que esto es otro asunto que me gustaría tratar).

Bueno, que este año nos ha azotado a la población infantil, a los y las adolescentes y jóvenes, y a las personas adultas. Al menos, a quienes hemos tenido algo de conciencia y responsabilidad social.

Igual que hace unos años me daba igual si me leía alguien o no, ahora ocurre lo mismo. 

Necesito expresarme y que mejor que volver a "mi refugio".

Marzo, el mes del padre, de mi padre.

¡Feliz día del padre, Santo y casi 60!

Gracias por enseñarme que hay que vivir y aun más importante, dejar vivir.

Que no podemos decidir sobre la vida de los demás, solo nos pertenece nuestra propia vida.

A disfrutar de la música sin limitaciones ni prejuicios.

A amar a dos tierras y cuántas sean necesarias, a la vez.

Que hay que hacer el bien y no centrarse en el mal.

Que el aprendizaje se puede dar a cualquier edad.

Que las mujeres podemos ser fuertes y decididas y los hombres pueden ser sensibles.

Que como diría Labordeta: habrá un día en que todos al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad. También será posible que esa hermosa mañana, ni tú ni yo ni el otro, la lleguemos a ver, pero habrá que impulsarla para que pueda ser.
GRACIAS PAPÁ💚

¿Da miedo?

Quizás miedo no sería la palabra, pero el pavor que produce el proceso de oposición es increíble. 

Obviamente, se tiene más "angustia" (por llamarlo de alguna manera) cuando es tu primera oposición y no sabes con certeza con lo que te vas a encontrar, y deseas tener mas tiempo a la vez que pasarlo ya para saber como es.

Y de repente te encuentras con días donde no te has concentrado nada y no te ha cundido, con días que te tomas de fiesta (soy de la opinión que un día a la semana lo has de tener totalmente libre de cualquier cosa relacionada con la oposición: temario, casos prácticos, preguntas cortas, leyes, programación...) y con días en que lo das todo. Y un denominador común en todos ellos, la incertidumbre, el pensar que no te está cundiendo, que podrías haber hecho más... Porque sí, podrías haber hecho más, SIEMPRE se puede hacer más. Pero lo pasado, pasado está y no se puede cambiar. 

El proceso hasta llegar a las respectivas pruebas es duro o al menos para mi, porque yo siempre he rendido mejor bajo presión, esto de organizarte tu misma el tiempo, el madrugar pero quedándote en casa, es difícil. Más allá de que estudiar y practicar, tampoco es fácil. 

Yo me encuentro en una época rara, donde cada vez que me informo un poco más sobre la oposición, menos entiendo como se lleva todo. No deja de ser algo teórico que no demuestra nada, ¿para qué estudiarse más de 10 leyes/reales decretos/ordenes/resoluciones, si luego a la hora de la verdad, con el currículo y un par más, te sirve para todo? Es absurdo, pero actualmente, es lo que hay que hacer. Sí, la programación enseña un poco más como serías tú como maestra, pero tampoco es aquí la gran cosa.

No sé, es difícil de explicar. Quien haya pasado por una oposición me entenderá. 

28 de abril.

Marcar esa fecha en vuestro calendario.

Si sois de izquierdas, si de verdad os preocupa vuestro bienestar y el de los demás, si no queréis ver recortados vuestros derechos, si sois mujeres, inmigrantes, LGBT, ID A VOTAR.

Id a votar leídos, informados.
Leed los programas de los partidos que consideráis más afines a vosotros y los de aquellos que sean opuestos, para asegurarte de que no quieres su triunfo. Y después de eso, seguid leyendo y buscando información, porque en los programas siempre se edulcora el discurso y los ideales.

Hay un ascenso del fascismo bastante emergente, no solo en España o Europa, sino en todo el planeta. Y HAY QUE PARARLO. Estamos en pleno 2019, no podemos permitir este horror. No podemos ni debemos.

Yo, como mujer y como maestra, me niego a que el "trifachito" gane y nos gobierne, en que convierta mi país en un desastre. Porque yo, YO sí quiero a mi país, pero le quiero bien.

El 28 de abril, son las elecciones generales, y en mayo, las autonómicas y europeas.
La rabia y la lucha contra el fascismo no se muestra en redes, se muestra en las urnas.

Soñadora, pero realista.

Dos años más tarde de la última publicación.

Dos años mayor.

Una carrera terminada y en proceso de una primera opisición.

Vuelvo.

La misma soñadora, pero realista, de siempre.

Y vuelvo quizás por eso mismo, siempre me gustaba escribir y desahogarme durante los periodos de exámenes, en este pequeño espacio que era mi blog.

Estoy convencida de una cosa: cuésteme lo que me cueste, mi futuro está en un aula, está con los más pequeños y pequeñas, con esos seres inocentes, está en aportar mi granito de arena para mejorar el mundo.

Porque el mundo necesita una mejora urgente.

Gracias compañera.

Yo soy Laura.

Sí, yo también soy Laura.

Soy Laura como mujer.

Y soy Laura como maestra y futura opositora que tendrá que dejar su hogar persiguiendo un sueño.

Soy Laura cuando voy por la calle con miedo.

Cuando un hombre decide seguirme.

De niña, de adolescente, de joven.

O cuando me toca sin mi permiso.

Soy Laura aunque mi nombre no sea ese.

Es inevitable que haya casos que te lleguen más.

Y estando a cinco meses de mi primera oposición, de esperar una llamada o de darme un destino aunque sea en el pueblo más remoto de Aragón, es inevitable.

Quizás también lo sea debido a mi creciente formación en el movimiento feminista.

No pudiste ser feliz.

Ser libre.

Ser maestra.

Un desgraciado no te dejó.

Lo siento.

Juro poner todo de mi parte para que esto deje de suceder.

Para que no os perdamos a ninguna más.

Porque duele y mucho.

Y no veo mejor forma que educando.