Abrir y cerrar de ojos.

Tumbarte en la cama, cerrar los ojos, poner una musica relajante de fondo y encender una vela aromatica. Que placer, situación que realizo tantas veces que me olvido de que existo, de quien soy y en donde estoy. Ese aroma a coco, esa cama (MI cama), ese parpadeo de ver pero no querer creer que estoy en el mismo lugar que siempre. Abri los ojos de repente, me levante sobresaltada. Habia acabado mi tiempo de relax, de olvidarlo todo y descansar sin tan siquiera dormir, un simple abrir y cerrar de ojos. La sobresaltación me recuerda a ... he de estudiar, ¿porque?. ¿No puedo cerrar los ojos hasta que la vela se consuma entera?. En este instante es cuando maldices la vida del estudiante, TU VIDA. Te levantas, quitas la musica, la esencia que te llenaba de paz y tranquilidad y con un soplido apagas la vela queriendo que ese momento se repita tantas veces. Te sientas en la silla frente a una pared, debajo estan unos folios, unos libros que has de utilizar en ese instante. El perfecto aroma que recorre los metros cuadrados donde descansas y meditas.