domingo, 1 de noviembre de 2015

Profesor, ¿de qué?

El otro día, y con "otro día" me estoy refiriendo hace más de un mes, recordé un episodio no grato relacionado con la educación. Mi educación. 
Y por supuesto, del cual me gustaría hacer una reflexión.

Un profesor de Griego y Latín que por motivos de salud pide la baja.
Una sustitución en forma de mujer joven (menos de 30 años), que llamaba la atención a lOs de la clase.
Un día cualquiera, de hace unos cuantos, bastantes años, después de la evaluación, que por supuesto y a pesar de estar de baja, realizaba el profesor tutor de las asignaturas; recibí esta frase tan linda y esperanzadora que debe decir cualquier profesor a su alumno (notese la ironía, por favor): "no entiendo como Perico tiene la misma nota que tú en el blog, si el se lo ha currado más, me gusta más y tiene mejores notas que tú". 

Pues señora x, porque ni recuerdo su nombre, he de decirle (como ya le dije aquel día), que si tuve la misma nota que tu alumno predilecto, a pesar de haber estado con nosotros y nosotras sólo un mes, quizás es porque el profesor así lo considero, vio que me lo curre tanto o más que tal alumno; y porque el susodicho alumno tenga mejores notas que yo en el resto de asignaturas, GENERALMENTE, no quiere decir que tenga que ser así siempre. Así que, mejor callese, porque es un trabajo que hemos realizado en casa y usted no sabe lo que se lo ha currado cada cual. 
Y le conteste, señora, porque no pienso permitir que nadie me calumnie, sea profesor o sea el santísimo papa. Pero a diferencia de usted, yo lo hice con el mayor respeto del mundo y sin despreciar el trabajo suyo, que dejó mucho que desear en ese momento. 

Mostrar favoritismo hacia un alumno y odio hacia otro, porque sí, a parte de esa frase, hubieron otros muchos comentarios como que era vaga, que no me esforzaba, que mire usted que examen más malo (*), ya de por sí es malo y da un poco de asco, pero decir frases que desmerecen el trabajo de un alumno haciendo que pueda sentirse inferior y sienta que no vale para nada haciendo así que pueda dejar de seguir sus sueños, da repugnancia y muestra que de tu profesión sólo te interesa el dinero que recibes. 

Por lo que, y a raíz de esa situación y muchas otras, he de decir que SÍ, existe esa famosa manía que los profesores "cogen" a los alumnos. Y cuidado, los alumnos también cogemos manías a algunos profesores, lo reconozco. 
A parte de esa situación tan desagradable, mi adorabilísimo profesor de Mates de 1 y 3 ESO, me tenía una tirria ni medio normal. Demostrado en los resultados de dicha asignatura durante sus cursos, o en 2 y 4, llegando incluso a los 8. Cabe destacar que ese hombre creía que en vez de estar con alumnos de 3º, se encontraba en clases con sus alumnos de Bachiller y nos exigía cosas ni medio normales, dicho por el mismo un día en clase. Haciendo por supuesto, que eligiese el Bachiller de letras, por la manía que pille a las matemáticas.
Y el otro profesor, fue mi amadísimo profesor de Historia de 1 y 2 de Bachiller, que siendo ésta mi asignatura favorita, hizo que me dejase de gustar y llegase a cogerle un poco de tirria. Personalmente, era un hombre listo y muy afín ideológicamente a mi, pero era demasiado extremista y ese era su fallo. A la vez que, no dejaba de suspenderme y decirme que no me esforzaba y estudiaba lo suficiente. En Selectividad saque una buena nota comparada con sus suspensos, estudiando lo mismo o menos que cuando daba su asignatura. 

Y sí, me cogieron manía, no es una invención de una niña porque le suspenden, ya que he suspendido muchas otras asignaturas y de todos los cientos de profesores que he tenido en mi vida, sólo he nombrado tres, porque considero que sólo tres me han tenido manía. Otra cosa es llevarse bien o mal, que por supuesto, me he llevado mal con otros profesores por su manera de impartir clases, de adoctrinarnos, etc. 

Quería dar esta opinión, mi experiencia, para demostrar la importancia que tienen las actitudes y comentarios de los profesores con/hacia los alumnos. Hay que tener cuidado con lo que se dice y como se dice porque puede hacer que alguien se sienta inferior, deje de gustarle algo, se rinda, abandone lo que más quería, no luche por conseguir sus sueños porque se le hace creer que no vale para nada, etc. 

Lo que más rabia me da, es que las definiciones de profesor, maestro o docente, en la RAE, sólo nombre que son aquellas personas que enseñan una ciencia o que tienen título para ello; sin nombrar nada de la importancia que se tiene, sobre todo en etapas anteriores a la Universitaria (aunque también), la relación hacia/con los alumnos y alumnas. De hecho, es muy triste pero bastante certero, que se diga que es aquel que tiene título para ello, tan sólo. 

Y es esa concepción "aquel que tiene un título" la que define a profesores como los nombrados.
Y es que para mi un profesor es algo más que tener un título, es una actitud, es una pasión hacia tu profesión, es tener disposición hacia/para tus alumnos y alumnas.


(*) Hicimos dos exámenes con ella, uno por cada asignatura, y no saque más de un 6. Anteriormente y posteriormente, con el profesor, sacaba de 8 para arriba, salvo excepciones, como siempre.

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